El gobierno está apuradísimo en dos cuestiones.
A) Activar el tratado antes del 31 de Diciembre (dicen que llegan, pero "ver para creer").
B) Poner en marcha el blanqueo.
Si no llegan al 31, el blanqueo deja de existir, pero incluso si llegan, tienen un gran problema: el otro blanqueo.
¿Qué otro blanqueo?
El que sin ningún tipo de duda realizará el nuevo gobierno, cortesía de Alberto, durante 2024.
Las piezas del juego de ajedrez fueron movidas de tal forma que gobierno y oposición se hicieron concesiones mutuas, en un tablero dinámico al que le quedan pocas fichas.
La gestión de Macri permitió la firma del actual tratado, pero dicha firma es a su vez un regalo para el nuevo gobierno, que puede ser cualquiera.
La previa a la firma estuvo repleta de mentiras por parte del gobierno, e incluso hicieron su mejor esfuerzo para ocultar el texto que terminó siendo firmado.
Este intento desesperado de asustar a la población con el objetivo de que ingrese a un blanqueo engañada únicamente generó suspicacias. Si es tan así como dicen, si incluye 2022, si es retroactivo, si informará beneficiarios finales, accionistas, members, etc. Entonces, ¿por qué no muestran el texto en lugar de dictarle las “noticias” a su aparato de prensa y estudios amigos?
Cuando apareció el texto, la razón se hizo evidente. Incluso si todo lo que decían del reporte hubiese sido cierto, que no lo era, había un dato aún más significativo. Ellos nunca tendrían en sus manos la información, ya que el primer reporte USA se lo entregaría (si ocurre) al próximo gobierno.
Entonces, ¿qué sentido tiene un blanqueo? ¿Cuál sería el leverage con el que cuentan? ¿Para qué voy a negociar con alguien que nunca tendrá el reporte en sus manos?
¿No sería más coherente en todo caso que lo hiciera el nuevo gobierno, que en efecto tiene la legitimidad que le da el texto del tratado?
En ambos casos es una jugada de póker y no de ajedrez, porque existen grandes chances de que el reporte no llegue nunca.
Pero el gobierno actual tiene la certeza de que no verá esos datos, el próximo al menos tiene un quizás.
Entonces, el gobierno actual intenta apurar el blanqueo para ver si puede rascar algo mientras todavía gobierna. Y su única carta es apostar al el hecho de que sigan siendo gobierno luego de las elecciones.
En caso de perder, entonces independientemente de lo que hagan ahora, la nueva administración recibirá un enorme regalo de Alberto. Un “Maybe” que es más que suficiente para que impulsen su propio blanqueo. Este con mucha más legitimidad, ya que, en efecto, se negociará con quien “quizás” reciba la información.
Y aquí es donde si hay alguien realmente inteligente dentro del gobierno actual se estará preguntando: ¿y si no lo activamos?
¿Y si en lugar de activarlo hacemos todo lo contrario? ¿Y si decimos que lo activamos e intentamos avanzar con nuestro blanqueo, pero no lo activamos realmente?
Si activarlo es hacerle un regalo al próximo, quizás sea mejor no activarlo y matar toda posibilidad de hacerlo hasta que dicha activación constituya un beneficio propio, y no un regalo para el próximo.
Lluvia de blanqueos y suspicacias en Argentina. Mientras tanto, el que realmente paga en tiempo y forma hoy más que nunca se siente un boludo.
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