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¿Qué hacer en una situación de total incertidumbre?

Actualizado: hace 6 días


Freelancer colapsando por la incertidumbre global y financiera

¿Qué hago en un contexto como este?


Lunes negro. Las bolsas tiemblan, los titulares arden, los grupos de WhatsApp se llenan de teorías apocalípticas y análisis hechos con más pánico que fundamento. El bull market cripto más deprimente de la historia intenta mantener la cara de póker mientras las monedas se desploman todos los días.


En los escritorios de medio mundo los números no cierran, las tariffs revientan proyecciones, y la incertidumbre se instala como un nuevo roommate que nadie invitó pero todos toleran en silencio.


Y en ese contexto, la gran mayoría entra en modo crisálida. Quietos. Esperando que pase la tormenta, que vuelva la calma, que “se acomode todo solo”. Pero este no es momento para quedarse congelado. La tormenta va a pasar, pero bien puede llevarse tu casa puesta en el camino.


Justamente ahora, cuando todo el mundo está mirando para abajo o corriendo en círculos, es cuando hay que tomar aire, levantar la cabeza y moverse. Acción, no reacción.


Mantener el foco en los momentos de crisis


La estrategia inteligente no es frenar, es diagnosticar. Es entender dónde estamos parados hoy. Qué tenemos, cómo lo tenemos, y qué tan sólido es lo que construimos, aunque sea poco.


No importa si tenés un emprendimiento chico, una empresa consolidada, un portfolio de clientes en el exterior o simplemente un par de ingresos dispersos. La pregunta es: ¿lo estás haciendo bien? ¿Estás protegido? ¿Tenés margen de maniobra? Porque si no, la próxima ola no solo te salpica: te arrastra.


Y lo más interesante de todo esto es que muchas veces no hace falta una revolución para cambiar el panorama. A veces, con un par de ajustes quirúrgicos —una estructura societaria que no esté atada con alambre, un contrato bien escrito, una cuenta bien ubicada, una forma más eficiente de facturar o cobrar— se puede generar un impacto enorme. No solo en términos fiscales o patrimoniales, sino en algo más simple y fundamental: tranquilidad.


Lo que hay que evitar es dejarse llevar por la marea de miedo o la parálisis colectiva. Porque si vos no decidís por tu negocio o tu patrimonio, lo va a hacer otro: Los Estados, un cliente que no paga, una ley que cambia, o la inflación que no te avisa pero te come igual.


El diagnóstico es clave. No para complicarte la vida, sino para ordenarla. Para entender qué tan flexible sos, qué tan preparado estás, y qué se puede mejorar.


La importancia del asesoramiento profesional


Si después de leer esto sentís que podrías estar mejor parado, que hay cosas que sabés que no sabés, o simplemente te quedó el bichito de la duda, escribinos. No vendemos fórmulas mágicas ni soluciones enlatadas.


Pero sí podemos sentarnos, ver tu caso, y armar un plan que funcione para vos, con los recursos y objetivos que tenés hoy. Porque en un mundo que se desordena cada vez más, tener claridad sobre lo tuyo no es un lujo, es una necesidad.

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