¿Qué es un Joint Venture? ¿Le puede servir a tu startup? En el mundo empresarial, donde la guita parece ser the ultimate goal, la colaboración puede ser la clave del éxito.
Una de las formas más efectivas de colaboración entre empresas es a través de un joint venture (JV), una alianza estratégica donde dos o más partes acuerdan combinar sus recursos para lograr un objetivo específico. En este artículo, analizamos en detalle de qué se trata esta clase de unión.
Las características de un Joint Venture
Un Joint Venture puede variar en tamaño y escala, desde grandes proyectos internacionales hasta pequeñas empresas locales, demostrando su versatilidad y potencial para impulsar el crecimiento y la innovación.
¿Qué forma tiene? Un joint venture es un acuerdo empresarial en el que dos o más partes combinan sus recursos por un período limitado para alcanzar un objetivo común, manteniendo su independencia legal y operativa fuera de los términos del JV.
Los recursos compartidos pueden incluir conocimientos técnicos, activos, personal, y el hecho de compartir riesgos y recompensas. El éxito de un JV depende de la cooperación y el compromiso mutuo de todas las partes involucradas.
Si una parte le va a estar cargoseando a la otra para que cumpla con su parte, entonces nació muerto.
Para qué sirve un Joint Venture
A gran escala, los joint ventures pueden abordar proyectos ambiciosos como el desarrollo de infraestructura, investigaciones farmacéuticas o la exploración de nuevos mercados internacionales.
Estas alianzas permiten a las empresas compartir los riesgos financieros y acceder a recursos y conocimientos especializados que de otra manera estarían fuera de su alcance.
En el extremo opuesto del espectro, los joint ventures a pequeña escala permiten a las empresas más pequeñas o a los emprendedores combinar fortalezas para abordar oportunidades en distintos mercados, desarrollar nuevos productos o mejorar la eficiencia operativa.
Esta colaboración puede ser especialmente beneficiosa para las empresas que buscan expandirse o innovar sin asumir un riesgo financiero excesivo.
Aspectos legales de un Joint Venture
La estructuración legal de un JV es flexible y debe diseñarse según las necesidades específicas de las partes involucradas.
Existen principalmente dos formas:
Joint Venture Corporativo: Se crea una entidad legal separada, propiedad de las partes del JV. Esta estructura es común en proyectos a gran escala que requieren una inversión significativa y tienen un largo plazo de operación. La nueva entidad puede ser una corporación, una sociedad de otro tipo o incluso una asociación sin fines de lucro, siempre dependiendo de la jurisdicción y de qué se quiere hacer.
Un ejemplo de esto puede ser: Che, ¿ponemos guita entre los dos para traer al dream team fintech y armar el mejor procesador de pagos del mundo que luego ambos podamos usar?
Joint Venture Contractual: Las partes acuerdan colaborar sin formar una nueva entidad legal. En su lugar, operan a través de contratos que detallan sus roles, responsabilidades y la distribución de ingresos y gastos. Esta opción es más flexible y menos costosa de establecer, ideal para proyectos de menor escala o de corta duración.
Un ejemplo bien podría ser: Che, ¿ponemos guita nosotros y pintamos el frente del PH donde ambos tenemos nuestras oficinas? Así como está seguro a ambos nos da vergüenza traer clientes.
Así que ya sabés. A veces tu competencia puede transformarse en tu socio si es para ir a buscar un bien mayor.
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