¿Qué necesita un freelancer para trabajar?
Su herramienta de trabajo, es decir, una computadora
Electricidad
Internet
¿Qué protocolos debe implementar para asegurarse de que no le falte ninguna de las anteriores?
Ya sea en su homebase o de viaje por el mundo, la tríada sagrada del trabajo freelance debe mantenerse a toda hora funcional, y el solo hecho de perder alguno de estos tres pilares va a resultar en un enorme problema con potencial económico devastador.
Es por eso que un freelancer experimentado debe procurar toda una serie de cuestiones para seguir operativo aun en el peor de los casos.
¿Cómo es que puede entonces armar una estrategia que lo cubra en caso interrupciones temporales?
Mediante el hermoso concepto de “Redundancias”.
Las redundancias operativas
Una redundancia puede ser algo muy distinto según quien lo exprese. Para las empresas, es el eufemismo que utilizan para echar gente cuando por diversas cuestiones (en general faulty managment) terminan empleando (y gastando) más de lo que realmente debían.
Para un freelancer, una redundancia es un “Plan B” diseñado a intervenir en el exacto momento en el que un pilar nos falla, ya sea de forma temporal o permanente.
Hablemos más en detalle de cada una de las redundancias imprescindibles con las que todo freelancer profesional debe contar.
Redundancia #1: La herramienta de trabajo
Toda persona que depende de una herramienta para su subsistencia debe contar con una redundancia. Quedarse sin no es una opción.
La redundancia más común sería tener dos computadoras. No es necesario que sean iguales. De hecho, la computadora “B” puede tener diez años de antigüedad. No tiene que estar diseñada para poder realizar con la misma velocidad o comodidad todas las prestaciones que la computadora original, sino para poder mantener la operatividad.
Esto puede implicar la realización parcial de tareas que igual deben ser hechas, o mantener los canales de comunicación de manera que al menos uno pueda ganar algo de tiempo mientras restablece su máquina primaria.
Tampoco es necesario que sea una herramienta de la misma especie. Un iPad puede ser redundancia de una computadora, incluso un celular puede serlo. No se podrá trabajar en ellos con la misma comodidad, pero como poder se puede.
Redundancia #2: Electricidad
De nada sirve tener la herramienta de trabajo funcional si no podemos prenderla. En vistas al verano que ya está entre nosotros y a los habituales cortes de luz que podemos esperar, hay que contemplar redundancias eléctricas.
La primera medida de preservación eléctrica debe ser optar siempre por laptops por sobre desktops. Luego, le ponés el monitor externo y el resto de los periferals. Pero el hecho de tener una laptop como motor de todo tu setup implica que ante un corte de luz no solo no vas a perder lo que venías haciendo, sino que vas a poder seguir trabajando, al menos parcialmente.
Si bien es cierto que existen UPS para desktop y algunos otros dispositivos similares, son increíblemente ineficientes y no otorgan ni una fracción considerable de “battery life” comparados con una laptop moderna.
La segunda redundancia que debe tener cualquier freelancers son powerbanks. Y no esos tubitos horribles que se compran en el once y tienen menos carga que las pilas chinas que están en el control remoto de tu abuela. Deben ser powerbanks profesionales, de marcas reconocidas y alta capacidad.
No se puede tener suficientes powerbanks. Está bien tener uno y está bien tener 20. Además, existen powerbanks modernos que tienen la potencia suficiente como para cargar (algunas) laptops. A la hora de elegir laptop, es prudente elegir una que pueda ser cargada por un powerbank y de esta forma podés asegurar la carga de todos tus dispositivos.
Redundancia #3: Internet
Los cortes o el mal funcionamiento de internet son una constante en la vida del freelancer, y no necesariamente está relacionado con vivir en LATAM.
En el primer mundo, Internet en bares y hoteles sigue siendo una calamidad, con lo cual de una u otra manera siempre vas a estar expuesto al mal internet.
Hay dos formas de encontrar redundancias para internet. La primera es realizar un relevo geográfico de otras fuentes de internet en tu área. Pueden ser bares, restaurantes, o la casa de tu tía. Lo mismo si estás de viaje. Tenés que saber a dónde ir si necesitás internet con urgencia y tu locación no lo ofrece.
La segunda es mediante la contratación del plan de datos más grande que ofrezca tu prestador. Tenés que tener la chance de alimentar tu máquina con datos llegado el caso. Y a pesar de que los datos se consumen a la velocidad de la luz, es para esto que los estás pagando.
Y cuando viajo, ¿es lo mismo?
Correcto. Si estás on the go, el protocolo de redundancias se mantiene intacto. Tenés que viajar con redundancia de herramienta de trabajo, con uno o varios powerbanks, y con la certeza de que vas a tener datos en caso de necesitarlos.
Roaming de datos o chip local SIEMPRE. Hay gente que tiene ambos. Si se puede contratar internet en el avión, se contrata. Si vas a un crucero, pagás los 500 USD por media hora.
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