Cada vez que sucede algún evento “trágico” en el ecosistema cripto, aparece una catarata de pedidos de “regulación”, incluso por parte de actores propios de la comunidad.
¿Puede la regulación prevenir fraudes cripto?
Respuesta corta: no.
Respuesta larga: flechita abajo.
La verdad de las regulaciones
Como se habrán dado cuenta, la introducción a este texto estuvo repleta de comillas, y estas son de alguna manera un foreshadowing de todo lo que está mal con el reclamo regulatorio a gritos.
El ecosistema “cripto” como conjunto de supuestos económicos agrupados es un error conceptual desde el vamos, y es algo que el regulador jamás comprenderá. Pero el error conceptual más grande que suele cometerse es el de asumir que la regulación que tanto se pide no existe.
El fraude es ilegal en todos lados. Y lo que suele imputarse como “fraude cripto” no es más que un delito económico de 300 años de antigüedad, solo que con computadoras y lucecitas.
La regulación no solo no previene el fraude, sino que únicamente termina por castigar al honesto. Los criminales sofisticados seguirán cometiendo delitos que conocen perfectamente ilegales, en tanto y en cuanto la gente siga crédula e ignorante.
La mejor solución para prevenir fraudes
La única forma de evitar este tipo de fraude es mediante educar a las potenciales víctimas. Pero a diferencia de los que piden regulación, este no es un pedido que deba ser orientado hacia los Estados.
La educación debe ser parte integral del ecosistema, de manera que la cantidad de víctimas potenciales disminuya. El fraude solo puede atacarse con una lógica de mercado. Debe ser antieconómico por la dificultad de conseguir víctima.
Atacarlo mediante la lógica socialista de “si se regula, se controla” es una pérdida de tiempo a los fines del objetivo planteado, pero termina siendo mucho peor, porque la regulación termina siendo perjudicial para los honestos.
Las limitaciones del Estado
El Estado es incapaz de regular las cosas que comprende, así que imagínense las que no comprende.
Pedir regulación cripto a los Estados es como pedir educación financiera en las escuelas. Lo que ellos consideran educación financiera ya lo enseñan en las escuelas.
Que el capitalismo es malo, que los grandes especuladores bla bla, que el Estado presente bla bla. Esa es la única lógica sobre la cuál regirán cualquier tipo de criterio regulatorio.
La regulación vendrá tarde o temprano. El mundo se adaptará a ella. Pero una cosa es que sea inminente, y otra, necesaria.
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