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Ley de Economía del Conocimiento: Nada que festejar.


Ley de Economía del Conocimiento: Nada que festejar.
Ley de Economía del Conocimiento: Nada que festejar.

Finalmente se reglamentó la Ley de Economía del Conocimiento, y como punto central se aprecia la quita de retenciones. Para quienes no lo recuerdan, hace unos años se impusieron retenciones del 5% a la exportación de servicios.


Luego de darse cuenta que era una demencia, no quitaron la retención sino que la dejaron únicamente para aquellos exportadores de servicios que facturaran más de 600 mil dólares al año. Quienes facturaran menos y quisieran zafar de la retención debían anotarse en "mi pyme" antes del 31 de Enero, y esto es particularmente recordado ya que esta información salio a la luz en una fecha como si te dijera 30 de Enero a las 11 de la noche.


Los contadores estaban de vacaciones y no se entero nadie de esto, hasta que aparecían las deudas en la página de la afip. Algunos pudieron anotarse, a otros los engramparon en Enero y se anotaron para Febrero. Esto fue un trmendo sucker punch del 5% en el que el estado pudo robar a unos cuantos durante ese mes.


Para los exportadores de servicios que todavia no tenían retención, el negocio seguia siendo más o menos viable. Con una presión tributaria bastante alta, pero que para muchos offseteaba los costos logisticos de la relocalización.


Despues vino la estocada final, la obligación de liquidar divisas, y ahí la exportación de servicios desde argentina dejó de tener sentido.


El hecho de que hoy remuevan el 5% de retenciones, tiene un efecto nulo sobre la exportación de servicios, ya que el principal problema de los exportadores no es tributario sino cambiario. Exportar desde Argentina implica perder el 50%, el 60%, el 70% de lo facturado cuando los dolares son confiscados, o expropiados a precio vil, que es lo mismo.


El costo cambiario a los fines materiales es un impuesto variable, que bien puede llegar el año que viene al 99% si los dólares libres se disparan. Y es de esperar que así sea, no es casual que en Uruguay se necesiten más de 600 pesos argentinos para adquirir un dolar. El gobierno no tiene poder de fuego para mantener este atraso cambiario y los exportadores de servicios hace rato están analizando sus alternativas de relocalización, o ya se han relocalizado.


Esto es pura impericia del gobierno. Si no fuera por la obligación de liquidar divisas, Argentina no sería un mal lugar desde el cual exportar servicios, y la brecha cambiaria jugaría a favor.


De hecho muchos exportadores de servicios argentinos logran mediante la relocalización de sus empresas, y sin necesidad de emigrar, una alícuota real de aprox. 20% aprovechando la brecha y de forma 100% legal.


El nivel de impericia es tal, que es difícil de creer que no se trate de un tema ideológico o político en lugar de un tema económico.


La Argentina está tan a contramano respecto del resto del mundo en materia de exportación de servicios, que pareciera que hubiera una intención bien concreta de expulsarlos. Quizás porque no comen de su mano, o no necesitan al estado para absolutamente nada.


No tiene sentido festejar esta medida con frases del estilo "si bien todavia falta mucho, es por acá". Es como tirar una tonelada de basura en la calle, luego un envoltorio de Sugus en el techo y decir "es por acá". El exportador de servicios no se deja confiscar, y aún si hiciera un cambio de 180º respecto de la normativa, hasta incluso podría no tener efectos al no estar dadas las garantías y haber nula confianza.


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