Si bien el texto final del blanqueo todavía no está, y nadie va a entrar sin leer la letra chica de la letra chica, parece tener un problema fundamental de diseño.
Como suele suceder, no contempla la existencia de freelancers y emprendedores. Paso a explicar.
El nuevo blanqueo “patria grande y a la memoria del comandante eterno Hugo Chavez” plantea la exteriorización de bienes y divisas en el exterior.
Pero esto presenta un gran problema para una enorme cantidad de potenciales interesados en ingresar, y que a su vez tienden a ser los más asustados por la “reciprocidad del intercambio”.
El problema es que muchos de ellos no tienen ninguna tenencia que exteriorizar, pero tienen exposure.
¿Qué significa esto exactamente? Que llegado el caso de que por efectos del intercambio (BIG if) la AFIP pueda tener conocimiento de su operatoria hacia atrás, entonces vería un potencial reclamo basado en dinero que existió pero hoy no existe.
¿Cómo que no existe?
El PYMF (Pequeño y Mediano Freelancer), y particularmente aquel que hace pocos años que está en contacto con un ingreso en USD, tiende a tener buen income, pero poco y nada de ahorros.
Usa ese dinero para subir de escalón en estilo de vida. Se muda sólo, se compra la última Mac, el último iPad, los Airpods Pro, conoce Europa, conoce Nueva York, San Francisco, otra vez Europa.
Ya profundizaremos sobre los patrones de gasto freelancer, pero a los fines del blanqueo se trata de gente que puede quedar totalmente excluida.
A él no se le ofrecen alternativas para mitigar efectos del fantasma del intercambio, porque no tiene un patrimonio que exteriorizar.
Tiene un flujo pasado hoy inexistente que exteriorizar en todo caso, y existen grandes chances de que esto no sea contemplado.
Una vez más, el gobierno puede llegar a ignorar por completo al segmento más importante de la población, y al motor económico de las grandes potencias del mundo.
En gran medida esto tiene que ver con la extrema incomprensión del fenómeno freelancer y de la exportación de servicios, independientemente de las innumerables comisiones y demás que en teoría se ocupan de fomentarla.
Existe otra lectura que puede hacerse a esta omisión, y va más en la línea de lo que venimos comentando sobre la imposibilidad de hacer “automático” algo que requerirá de incontables horas hombre a la hora de implementar.
Para colmo, hay una pregunta que resuena mucho más fuerte.
Supongamos que el exportador de servicios "exterioriza" la que no facturó. Visto bueno de la AFIP.
¿Y del BCRA?
¿Quién le garantiza que ahora no le van a querer pesificar todo eso, o cobrar multas por x10, o iniciar un proceso penal con todas las letras?
¿Quién le garantiza que ahora no se entregó con una manzana en la boca?
Esta lectura consiste en una postura que aparentemente tomará el gobierno en la cual quien no posea un capital exteriorizable y considerable no será sujeto de interés puesto que no hay nada que sacarle.
Los freelancers tienen miedo, pero también repiten: “Hay que ser canalla para ir a buscar a los freelancers”.
Imaginate si para colmo son los únicos a los que dejan afuera de la posibilidad de entrar al blanqueo.
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